La sociedad actual premia a los guapos y discrimina a los feos. El aspecto físico se superpone sobre todo lo demás, y los medios y la publicidad venden un mundo donde lo importante es la apariencia, la perfección. Pero, según los expertos, la imperfección es lo natural.
Jóvenes participantes en el certamen de Miss Mundo posando en bikini durante una sesión fotográfica.
Les discrimina en el trabajo, en el amor o en las relaciones sociales por el simple hecho de que su físico no se ajusta a un modelo de belleza "que hoy es uno, mañana será otro y antes fue el opuesto", comenta Rosa Raich, catedrática de Técnicas de Intervención Psicológica en la Autónoma de Barcelona. Para esta estudiosa de la imagen corporal, la fealdad, aunque a veces también la belleza, "es fuente de grandes conflictos", sobre todo en la adolescencia. "Hay -continúa- una tendencia cada vez mayor a premiar la belleza física al primer golpe de vista".
Esa primera impresión, la de una cuarentona entrada en carnes, cejas muy pobladas y peinado poco favorecedor, provocó hilaridad y una sonrisa algo más que maliciosa cuando días atrás aparecía sobre el escenario de un teatro londinense la hoy mundialmente famosa Susan Boyle, concursante en el programa de televisión Britain's got talent , una especie de Operación Triunfo para británicos que sueñan con ser estrellas del espectáculo. Esas miradas incrédulas y los gestos de guasa de público y jurado ante tan sorprendente aparición se transformaron al momento en una ovación entusiasta y unánime cuando de la garganta de Susan Boyle, soltera, virgen e ignorante de lo que es un beso, según había confesado previamente, salieron las primeras notas del tema central del musical Los Miserables .
Tal fue la sorpresa por la potente y bella voz de Boyle que el estrafalario aspecto físico de esta triunfadora -el vídeo de su actuación sigue batiendo récords de visitas en Youtube- quedó olvidado al instante.
peso y estatura Al tenor venezolano Aquiles Machado unos kilos de más y su corta estatura le jugaron una mala pasada en 2001 cuando el director de escena Graham Vick le rechazó, por cuestiones estéticas, para cantar "Rigoletto" en el Teatro Real de Madrid. De nada sirvió su virtuosismo vocal, que poco después, y a modo de venganza, el cantante exhibió a placer en la Arena de Verona y con el mismo título operístico de Verdi. Los de Susan Boyle y Aquiles Machado son sólo dos de los muchos ejemplos conocidos de cómo las personas son juzgadas por su aspecto físico. "Un buen físico puede disfrazar la realidad, pero sólo durante un rato. Presuponemos que la belleza lleva implícita el talento, y no siempre es así", afirma Ángel Llácer, actor y presentador de televisión, además de profesor en la primera academia de Operación Triunfo , aquella en la que ingresó sobrada de kilos, y de la que salió ganadora Rosa López. "Un guapo sin mucho talento puede triunfar en el mundo del espectáculo; un feo lo tiene muchísimo más difícil, cuando no imposible", insiste Ángel Llácer, también profesor de actores, para quien "la belleza vende, sí, pero caduca antes que la inteligencia".
Elena Borges, psicóloga clínica y educativa, considera que el físico es simplemente "el sustento de las capacidades emocionales e intelectuales" de cualquier persona, "un escaparate, pero el interior -asegura- debe estar bien ordenado. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo, pero cuando sólo pensamos en ello es síntoma de que algo no funciona en nuestro mundo emocional". En opinión de esta profesional de la psicología, el físico es hoy más que nunca una forma de discriminación. "Prima sobre todo lo demás. La publicidad, los medios de comunicación...venden un mundo de sofisticación y apariencia, vacío, sin valores, de cuerpos perfectos, en mujeres y hombres. Algo realmente engañoso porque la realidad es muy distinta. La imperfección -dice- es lo natural, lo lógico".
La catedrática Rosa Raich recuerda que, a principios de los 90, diferentes estudios confirmaban la influencia que, a veces, tenía en el veredicto de un jurado el físico de la persona juzgada. "Llegaron a la conclusión -recalca- de que la primera impresión determinaba en algunos casos el sentido de una sentencia. Por eso los abogados defensores aconsejan a sus clientes presentarse ante un tribunal vestidos de una manera formal". Una "buena planta" facilita conseguir trabajo en un proceso de selección de personal. "De entrada -comenta- las personas guapas parece que lo tienen más fácil. De hecho hay autores que dicen que el primer contacto visual es muy importante".
desventajas de la belleza Para Rosa Raich la belleza tiene también desventajas en algunos casos. "Hay personas que cuando ven a una mujer guapa en un puesto de responsabilidad lo atribuyen a su belleza, no a su talento. Una persona muy guapa puede quedarse aislada, porque los demás ven en ella a alguien superior. A veces generan envidia".
Raich habla del "tremendo ímpetu" que registra hoy el "negocio de la belleza" -moda, medicina plástica y estética, cosmética...- y se lamenta de la pérdida del concepto de "atractivo", que nada tiene que ver con la belleza. "Hay artistas que no son muy agraciados y que han sabido sacar partido de su atractivo, de otras características personales. Rossy de Palma, por ejemplo, no es una mujer guapa y parece estar encantada consigo misma, ha sabido sacarse mucho partido".
Liza Minnelli o Barbra Streisand son dos ejemplos más de mujeres "con defectos estéticos" y que nadie diría que son feas, apunta Ezequiel Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. "La fealdad -declara- es muchas veces más una cuestión psicológica que física".
"No vivimos de nuestra imagen, sino de nuestro cerebro", destaca este cirujano plástico, quien recuerda que "no es nada nuevo, ocurre desde siempre, que juzguemos a una persona por su aspecto externo.
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