Thursday, December 03, 2009




La terapia online arroja resultados y su grado de efectividad es similar al del tratamiento personal en el consultorio, pero no está totalmente exenta de riesgos.


La consulta psicológica en la que el contacto entre el psicólogo y el cliente sucede exclusivamente a través de Internet tiene un grado de efectividad comparable al del tratamiento en consultorio. No todos, sin embargo, se benefician de esta forma de consulta, y existe además un alto riesgo de encontrar un bajo nivel de profesionalidad, debido a las buenas posibilidades pecuniarias que ofrece el sector.

Para los expatriados, pero también para quienes residen en Holanda y no pueden, o no desean, acudir a una consulta personal con un psicólogo, la terapia por Internet en caso de problemas psíquicos o adicciones es una opción evidente. Los expatriados cuentan con la importante ventaja de recibir terapia en su propio idioma. Y como la comunicación se realiza mediante correo electrónico, las diferencias horarias no representan ningún obstáculo.

Probada eficacia
El hecho de que la terapia online ofrezca tan buenos resultados como las sesiones personales es menos extraño de lo que parece. Según la psicóloga Marloes Postel, del centro para adictos Tactus en Enschede, el método de tratamiento utilizado es la terapia cognitiva conductual, conocida desde hace algunas décadas. “Es un método terapéutico cuya eficacia ha sido probada en innumerables ocasiones. El hecho de que el contacto se efectúe a través de Internet no tiene ninguna incidencia.”

El profesor Pim Cuijpers, psicólogo vinculado a la Universidad Libre de Ámsterdam, celebra el acelerado avance de este fenómeno de la terapia online, no sólo porque los tratamientos son efectivos sino también porque permite realizar todo tipo de pruebas durante el transcurso del tratamiento, lo que lo hace más personalizado y atractivo. “De esta manera,” agrega el experto, “también es posible supervisar eficientemente a las personas en las tareas de práctica en el hogar. Por ello tengo una opinión muy positiva sobre este desarrollo”.

Analfabeto digital
Sin embargo, la terapia online no está al alcance de todo el mundo, opina Cuijpers. Los ‘analfabetos digitales’ están excluidos; para los alóctonos existe el problema del idioma, y en tratamientos de depresión aguda, con riesgo de suicidio, es importante el contacto personal del terapeuta con el paciente. El profesor considera, por ello, que el tratamiento personal siempre debe ser una alternativa posible.

Stijn Bornewasse, terapeuta del centro ‘Interapy’, en Ámsterdam, ha tratado varios expatriados en su consultorio, cuya propia existencia les significa un riesgo mayor de problemas psíquicos.

“El hecho de depender de la familia, o la relación,” explica, “puede resultar sofocante. En la vida de un expatriado cambian continuamente las amistades y relaciones. Aquellos que llevan más tiempo en este tipo de vida pueden cansarse de tener que entablar continuamente nuevas amistades que perderán otra vez al cabo de unos años. Y después están los huéspedes: familiares y amigos que cruzan medio mundo en avión para llegar de visita, no se quedarán un par de días, sino varias semanas...”

Soledad, estrés, agotamiento crónico, alcoholismo, son dolencias al acecho. Y en estos casos, es muy atractiva la opción de mantener contacto con tu propio terapeuta a través de Internet, a la hora que más te conviene y desde la privacidad de tu propio hogar.

Carrera
Eso es válido para los expatriados pero igualmente para las personas que se han quedado en el país. Personas conscientes de que precisan ayuda pero que, por ejemplo, no desean que su patrón se entere de su adicción o de su inminente agotamiento crónico. Factores que pueden incidir negativamente en su carrera. La terapia online alcanza, entonces, a muchas personas que anteriormente se veían imposibilitadas de llegar a un terapeuta.

Falta de profesionalidad
En el enorme éxito de la consulta psicológica online se esconde un peligro. La oferta de terapeutas es enorme, y para el laico no es sencillo separar el trigo de la paja. Además, este tipo de tratamiento no es económico; una terapia relativamente sencilla para tratar el alcoholismo cuesta alrededor de 1500 euros, y uno para la depresión puede superar fácilmente los 2.200 euros. Las instituciones serias ofrecen compensación de los gastos médicos pero el riesgo de encontrar un bajo nivel de profesionalidad es considerable, asegura el profesor Cuijpers. Por ello, aboga por la creación de una marca de calidad, un sello de garantía, para las instituciones que ofrecen terapia online.

Por ahora, el lema para el que busca un terapeuta online debe ser: “Cautela”.





Sugerencias para quien busca un terapeuta online fiable:


1. Las instituciones holandesas serias están “incorporadas” en el sistema de atención médica. Eso debería constar en la página web.
2. En el portal se debe mencionar el porcentaje de éxito de los tratamientos, con referencias controlables.
3. Las aseguradoras médicas compensan el tratamiento de terapeutas confiables. Nunca transfiera su propio dinero.
4. El contacto con el terapeuta debe ser estrictamente privado: debe protegerse con un nombre y una contraseña de su propia elección.

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