Terapia cognitivo conductual asistida por Internet para los trastornos de ansiedad
Resumen
El propósito de este artículo es resumir la literatura que está poniendo a prueba los efectos de la terapia cognitivo conductual asistida por internet, para los trastornos de ansiedad. Los estudios muestran que la terapia cognitivo-conductual por internet para los trastornos de ansiedad, ha sido superior respecto a la asignación a una lista de espera y controles placebo. Los efectos de la terapia cognitivo-conductual basada en internet han sido también similares a los tratamientos entregados por terapeutas. El desorden psicológico que se ha tratado de forma más efectiva a través de Internet es uno de los desordenes psicológicos más comunes: el desorden de pánico. Más ensayos bien diseñados, con grandes muestras de población, y placebo controlados, son necesarios para confirmar y ampliar estos resultados. La terapia cognitivo-conductual informatizada destinada al tratamiento de la ansiedad y el estrés, emerge como un innovador enfoque que, a bajo coste y basado en la evidencia científica, puede reducir las barreras de acceso a ayuda psicológica.
Palabras clave: Internet, ordenador, terapia cognitivo – conductual, ansiedad
Docenas de ensayos clínicos aleatorios y controlados han demostrado que la terapia cognitivo – conductual (TCC) mejora los síntomas de los trastornos de ansiedad (Deacon & Abramowitz, 2004; Scout, 2001).
A pesar del cuerpo de investigación que avala la terapia cognitivo –conductual (TCC) múltiples factores todavía limitan el acceso de la población a psicoterapias eficaces.
Muchos individuos evitan o tardan en buscar el tratamiento por el carácter de sus enfermedades psicológicas que les limita viajar fuera de casa (e.j., agarofobia) o por limitaciones móviles y geográficas.
Además, los clínicos entrenados para brindar tratamientos eficaces pueden ser escasos (Scout 2001); este problema está seguramente exacerbado en las zonas rurales con pobre acceso a recursos sanitarios.
Entre los terapeutas que practican TCC, el entrenamiento y formación varían ampliamente (Sholoniskas et al.. 2005).
En el caso de que estén disponibles tratamientos de alta calidad, el miedo al estigma “enfermedad mental” puede influir en la decisión del individuo a pedir ayuda (Hoge et al., 2004; Wells. Rohius, Bushnell, Jarosz, & Oakley-Browne,1994).
A pesar de las campañas y los esfuerzos educativos, el estigma continúa afectando a poblaciones jóvenes (Chandra & Minkoiiz, 2006) y el problema puede empeorar en algunos grupos étnicos minoritarios. (cg.. African, Arnericans; Das, Olfson, McCurtis, & Weissman, 2006), y grupos de profesiones especiales como personal militar y otros (Carter, Buckey, Grcenhalgh. Holland, & Hegel, 2005; Hoge ct al., 2004). Por eso, son necesarios esfuerzos adicionales para continuar reduciendo los obstáculos al tratamiento psicoterapéutico.
La terapia cognitivo-conductual por internet ha sido propuesta como herramienta para reducir al mínimo varios de estos obstáculos, mientras están aportando la oportunidad de lanzar tratamientos estándar y apoyados empíricamente.
Existe un significativo interés en los aportes de ordenadores e internet al campo de la salud mental. Por ejemplo, el enfoque basado en ordenador se puede utilizar para facilitar la comunicación entre los pacientes y los terapeutas. Algunos métodos buscan simplificar y ‘extender’ los beneficios de la terapia tradicional cara a cara entre las sesiones, con el uso de e-mail u otra comunicación basada en Internet.
Alternativamente, las nuevas tecnologías se pueden utilizar como el dispositivo de comunicación principal para apoyar la terapia a través de las distancias geográficas (e.j., telemedicina, teleconferencia; Modal et al., 2006).
También se pude utilizar la tecnología para automatizar y manualizar aspectos del tratamiento. Por ejemplo, se puede desarrollar software para entrenar a los pacientes en habilidades conductuales y de restructuración cognitiva (Litz, Engel. Bryant, & Papa, 2007). La utilización del PC posibilita el diagnóstico psicológico computerizado, un análisis rápido y una gran variedad de tests disponibles. Un ordenador personal estándar puede ser utilizado como herramienta en un aspecto específico del tratamiento, o durante un programa psicoterapéutico completo.
Como los avances tecnológicos continúan a ritmo sin precedentes, es posible el uso del software altamente interactivo que utilice audio, video, animación, y gráficas avanzadas. La lógica computacional se puede utilizar para conducir la terapia según las respuestas que se van obteniendo durante el proceso, y a través de diagramas de flujo y árboles de decisiones modelar tratamientos basados en las necesidades del paciente individual. (Carter et al. 2005).
Los distintos programas específicos basados en internet difieren en su grado de interactividad, que va desde los enfoques basados en texto, hasta las experiencias multimedia que amplían lo que es posible a través de los manuales tradicionales de auto ayuda adaptados a internet.
Software y equipos especializados también han sido explorados como posibles herramientas para facilitar la psicoterapia. La realidad virtual sumerge al participante a un mundo generado por ordenador. El seguimiento de movimiento, feedback táctil, estimulación olfativa, y nuevos dispositivos de navegación ayudan a transmitir entornos virtuales tridimensionales de manera creíble. Un conjunto creciente de la literatura está explorando el uso de la realidad virtual para facilitar una variedad de objetivos terapéuticos. (e.g.. exposure; Difede el al., 2007).
El interés está también creciendo en el uso de otras tecnologías para objetivos terapéuticos, incluyendo teléfonos móviles, dispositivos de video de bolsillo, agendas electrónicas, Internet, Chat, blogs, y etc…… (e.g.. Wang, Timpka, Eriksson. 1-blm, & Nordin, 2007). La aerolínea Virgin Atlantic Airways lanzó una aplicación basada en el curso Flying Without Fear para el iPhone (Volar sin miedo), que ayuda a enfrentar el miedo a volar.
Diferentes tecnologías, según su carácter, implican niveles variables de la participación del terapeuta. Algunas terapias cognitivo-conductuales por internet están planteados como soluciones de ‘autoayuda’ mientras otras asumen contacto regular cara a cara con el clínico, el cual utiliza la herramienta tecnológica para lograr algunos de los objetivos de la terapia.
Las terapia cognitivo-conductual por internet pueden mejorar el acceso al tratamiento para individuos que requieren servicio psicológico, pero de los cuales las opciones de transporte están limitadas gracias a los síntomas de ansiedad, u otros problemas de salud mental, discapacidades físicas, u otras complicaciones médicas.
La terapia cognitivo-conductual por internet también tiene potencial para mejorar el acceso al tratamiento en áreas rurales, y puede brindar la oportunidad delograr curar individuos con dificultades psicológicas, los que de otra manera, evitarían el tratamiento por su miedo o estigma.
Además, las primeras pruebas han sugerido que la terapia cognitivo-conductual por internet puede ser efectiva y económica. (McCrone et al., 2004). Aunque la terapia cognitivo-conductual por internet puede ser contraindicada en algunos casos, puede brindar una herramienta flexible para dirigir una variedad de objetivos de tratamiento a un subgrupo de pacientes.
El propósito este artículo es resumir la literatura que ha examinado los efectos del tratamiento TCC (terapia cognitivo – conductual) basado en Internet y Ordenador para los trastornos de ansiedad.
Por los propósitos de este artículo, nosotros nos centramos en los enfoques basados en ordenador e Internet que utilizan un PC estándar para automatizar la entrega de entrenamiento TCC (en la sección que sigue, el término E-terapia se utiliza para referirse a este subgrupo de los enfoques tecnológicos).
La terapia basada en Internet (E-terapia) por lo general implica una interacción entre el consumidor y el terapeuta (E-terapeuta) a través de Internet e incorpora el uso de un programa para realizar un tratamiento estructurado basado en un sitio web, para que los consumidores tengan acceso junto con la asistencia de un E-terapeuta (generalmente a través de correo electrónico)12.
En el marco de su tesis doctoral Jorge Orrego Bravo, psicólogo de la Clínica Sant Gervasi y doctorando en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona, examina los efectos de varias E-terapias en 5 tipos de medidas clínicas (la depresión, ansiedad, el malestar general, pensamiento disfuncional y funcionamiento y calidad de vida) en los individuos con ansiedad.
Aproximadamente el 51% de los hogares españoles está conectado a la Red y la lengua española, que actualmente cuenta con 438,5 millones de hispanohablantes ya ocupa el tercer lugar en dotación de infraestructuras de conexión a Internet, después del inglés y el francés; por consiguiente, los programas de E-terapia ofrecen una oportunidad única de ofrecer un tratamiento mental sanitario basado en evidencias a amplios segmentos de la población con déficit de servicios, sin necesidad de que el terapeuta se implique de forma intensiva.
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