por Jennifer Abate - 30/01/2010
Perder 10 minutos buscando los anteojos que siempre estuvieron sobre nuestra nariz o estar en una reunión y, de pronto, recordar que nos habíamos comprometido a estar a la misma hora en otro lugar, son contratiempos que, en general, no traen demasiadas consecuencias. Pero hay personas para las que esos pequeños olvidos son la norma y afectan toda su vida.
Para los adultos diagnosticados con Trastorno o Síndrome de Déficit Atencional concentrarse en una actividad les resulta muy difícil. Si bien con los años van perdiendo la hiperactividad que es propia de los niños con este síndrome, conservan lo que Juan Samuel Sangüesa, sicólogo clínico, llama "inquietud interna". Esta tiene que ver con la desorganización crónica, la dificultad para establecer prioridades, la falta de habilidad para manejar el tiempo, los problemas para completar los trabajos dentro de las fechas adecuadas y cometer errores por descuido.
Y si para este 5% de la población adulta ya es difícil desempeñarse socialmente con estas características, puede serlo mucho más a la hora de estar en pareja.
Confiar en quien olvida todo
Francisco (51) no tiene ningún problema en su trabajo. Como sicólogo clínico, debe atender los trastornos de sus pacientes cada día, pero no ha conseguido acabar con los problemas que su propio Déficit, diagnosticado hace 30 años, le ha traído en sus relaciones sentimentales. "No soy una persona ordenada", cuenta, "no respeto los horarios y eso me ha traído problemas con mis parejas. A veces quedábamos de juntarnos a cierta hora y yo me ponía a hacer otra cosa y me olvidaba completamente". Hoy Francisco está divorciado, y aunque deja claro que estas características no fueron el detonante de su separación, sí fueron engrosando la lista de problemas que fueron socavando esa relación de pareja.
Samuel Sangüesa asegura que quien se relacione sentimentalmente con personas con este síndrome tendrá bastante que hacer. "Si consideramos que una pareja tiene que lograr un equilibrio en las actividades, los síntomas del trastorno hacen que la pareja sin síndrome se vea sobrecargada de responsabilidades y tenga que estar más atenta a los detalles del diario vivir, porque el otro deja de pagar las cuentas o se compromete con cosas que después no cumple", afirma.
Y esto ya se sabe con claridad. Un estudio de la Universidad Wayne State (EE.UU), conducido por los doctores Arthur L. Robin y Eleanor Payson señala que las personas con Déficit no consiguen comunicarse efectivamente con sus parejas y sobrerreaccionan impulsivamente, haciendo y diciendo cosas que terminan por dañar una relación amorosa. Más específicamente, los investigadores lograron dar con los 10 síntomas del trastorno que más afectan a una relación de pareja (ver recuadro).
Sensibles y creativos: sus fortalezas
Andrea Slachevsky, neuróloga de la Universidad de Chile, comenta que una característica muy marcada de quienes sufren este Déficit es la facilidad para aburrirse. En un niño, eso puede manifestarse en que abandone rápidamente sus juguetes y tome otros, pero en los adultos esa tendencia puede materializarse en que se sientan inclinados por deportes extremos y experiencias estimulantes, como las de la primera fase del romance. El problema surge cuando la relación se afiata y comienza la rutina que todas las parejas conocen. Lo "tranquilo" no entra en el diccionario de quienes viven con este problema.
Pero no hay sólo malas noticias. De partida, Sangüesa asegura que muchos de los síntomas de este trastorno pueden atenuarse con la ayuda de la pareja y un entrenamiento adecuado en "habilidades especiales, como organización, planificación, establecimiento de prioridades y manejo de la concentración". Por ejemplo, ayudarlos dándoles pistas de las cosas que han olvidado o animarlos a mantener una agenda con todos sus compromisos son excelentes tácticas para que ellos logren el control sin perder sus particularidades.
Slachevsky cree que "la atención dispersa de estas personas las ayuda a ver más cosas y apreciar todo con más sensibilidad". Y María Isabel Behrens, neuróloga de la Clínica Alemana, señala que "son personas que resuelven creativamente los conflictos, porque pueden improvisar, ser originales y hacer muchas cosas a la vez."
No comments:
Post a Comment