El problema es el problema

 

Entrevistador: A medida que avanzamos hacia el final de esta charla, ¿hay algo más que desees compartir con nosotros sobre tu visión de la psicoterapia y cómo se relaciona con el legado de figuras históricas como Giordano Bruno?

Psic. Jorge Orrego Bravo: Sin duda. Mientras Bruno es una figura fascinante y una fuente de inspiración, quiero centrar la mirada en el futuro. Las personas no somos entidades aisladas. Somos una amalgama de roles, inmersos en estructuras complejas que, a menudo, pueden compararse con juegos. Reconocer y entender estas estructuras es esencial para no sentirnos atrapados o frustrados por barreras invisibles.

La gestión del tiempo, aunque importante, palidece en comparación con la gestión de nuestra energía. En esta era de avances tecnológicos, donde la dopamina se ha convertido en una especie de moneda emocional, el autocuidado y la energía positiva son cruciales. Si el ejercicio fuera una píldora, sería el medicamento más milagroso jamás creado. Y, dentro de ese marco, el baile se destaca como una forma excepcional de invocar esa medicina.

A veces, en lugar de desenterrar las raíces de nuestros problemas, es más útil centrarse en la solución. El problema es el problema. Ya sea a través de la meditación, el canto, la carrera, o incluso corriendo y meditando simultáneamente, tenemos dos caminos claros. Uno es identificar nuestras metas, reconocer los obstáculos, trazar un plan y ajustarnos según los resultados. El otro es una pregunta introspectiva: ¿Cómo sería mi vida si no me contara el cuento que me produce malestar?

Entrevistador: Tus palabras nos han ofrecido una perspectiva profunda y fresca sobre la psicoterapia y el autodescubrimiento. Te agradecemos por compartir tus insights con nosotros hoy.

Psic. Jorge Orrego Bravo: Ha sido un placer. Gracias por darme la oportunidad de compartir mis pensamientos.