Usamos nuestro cerebro, con un manual que no está al altura

Entrevistador:  Hoy vamos a adentrarnos en el fascinante mundo de Giordano Bruno. Para ello, contamos con un Psic. Jorge Orrego Bravo en la materia. 

¿Podrías explicarnos brevemente el pensamiento de Giordano Bruno?

Psic. Jorge Orrego Bravo: Uf, es un reto, pero vamos allá. Giordano Bruno era un panteísta, lo que significa que veía a Dios en todo. En su época, había una gran disputa religiosa en Europa sobre si la hostia era o no el cuerpo de Cristo. Pero para Bruno, siendo panteísta, todo era una manifestación de Cristo: la hostia, la iglesia, una simple flor, los vastos cielos, y todo el infinito cosmos. Y en su visión, no puede haber infinitos más grandes que otros.

Entrevistador: ¡Interesante! Y he oído hablar sobre una técnica mental que él desarrolló...

Psic. Jorge Orrego Bravo: ¡Exacto! Bruno es famoso por su "arte de la memoria". Imagínalo como un cerebro artificial o un templo mental para memorizar y crear. Por un lado, utilizaba el concepto del "palacio de la memoria", donde cada habitación contenía objetos o conceptos a memorizar. Pero lo más revolucionario es cómo utilizaba el cielo y sus planetas como un mecanismo combinatorio. Cada planeta representaba ciertos personajes y valores. Al reflexionar sobre estos, uno podía emularlos y auto-formarse. Y al estar los planetas en sus orbitas, ofrecía combinaciones casi infinitas para cualquier propósito.

Entrevistador: ¡Increíble! Bruno ciertamente estaba adelantado a su tiempo. Gracias por este breve pero ilustrativo vistazo a su mundo.

Psic. Jorge Orrego Bravo: ¡Un placer! Y recuerden, siempre hay más por descubrir en la historia del pensamiento.